• Haz que los tallos irradien de un mismo punto central. En los diseños tradicionales todos los tallos parecen originarse en un solo punto -esto crea ritmo mediante la repetición del movimiento a partir de esta posición central-.
• Coloca los contornos muy marcados en el centro del diseño (componentes focales) y los más finos en los límites exteriores (ramaje), uniéndolos con componentes lineales para que la vista se mueva lentamente de un contorno a otro.
• Ve tejiendo los componentes vegetales repartidos por todo el diseño. Por eso es mejor evitar demasiadas variedades de plantas y flores en un diseño pequeño, a menos que estén estrechamente unidas por el color.